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Jul 22, 2023

La ropa contamina el medio ambiente con microplásticos

Editorial escrito por el consejo editorial de Los Angeles Times

Cuando escucha la palabra "microfibra", probablemente piense en los ahora omnipresentes paños reutilizables que se usan para limpiar pisos, limpiar derrames y pulir encimeras.

Para los ambientalistas, sin embargo, esa palabra tiene un significado mucho más siniestro. Describe los diminutos hilos que los textiles desprenden por millones durante cada centrifugado en la lavadora y que, en última instancia, acaban contaminando el medio ambiente, en particular los océanos, ríos y lagos.

Dado que la mayoría de la ropa está hecha con materiales sintéticos, como poliéster, rayón y acrílico, significa que la mayoría de las microfibras también son microplásticos.

El microplástico se encuentra en todos los rincones del planeta, desde las profundidades más profundas del océano hasta el hielo de los glaciares e incluso el aire mismo. Estos pequeños trozos de plástico han invadido nuestra cadena alimentaria y el suministro de agua y ahora se encuentran habitualmente en el interior de los humanos.

La ciencia aún tiene que determinar el efecto total de esta proliferación de microplásticos en la salud humana, pero la evidencia sugiere que los microplásticos emiten sustancias químicas que pueden aumentar el riesgo de problemas de salud como inflamación crónica, cáncer e infertilidad.

Y las partículas de microplásticos que son extremadamente pequeñas, como los hilos de la ropa, pueden ser particularmente peligrosas porque pueden deslizarse fácilmente en el cuerpo, ingeridas junto con agua o inhaladas hasta los pulmones, donde pueden incrustarse y causar más daño físico.

La buena noticia es que nuestros sistemas municipales de aguas residuales hacen un buen trabajo al atrapar las microfibras que se desprenden durante el lavado. ¿Problema resuelto? No exactamente.

Esos pequeños trozos de plástico pueden quedar atrapados dentro de los biosólidos ricos en nutrientes producidos por las plantas de aguas residuales. Si ese material se utiliza para fertilizar la agricultura, esas microfibras se liberan al aire y al agua. Y una vez que las microfibras llegan al medio ambiente, es prácticamente imposible limpiarlas.

Una posible solución, al menos a corto plazo, es filtrar las microfibras antes de que puedan llegar al flujo de aguas residuales y enviarlas al vertedero. Los estudios han demostrado que los filtros con malla de cierto tamaño integrados en las lavadoras son capaces de atrapar más del 90% de las microfibras.

En última instancia, los fabricantes textiles y las empresas de moda rápida, que son una fuente importante de ropa sintética en todo el mundo, deberían cambiar a fibras naturales que, para empezar, no generen desechos microplásticos. Hasta que eso suceda, nos queda intentar atrapar y mantener las microfibras fuera del medio ambiente.

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